1969, el año que cambió el Rock.
Un tiempo de revolución creativa, donde el arte más vanguardista se alía con la publicidad, y un espíritu rebelde —aunque ya algo nostálgico— impulsa nuevas formas de expresión. Una contradicción fascinante.
Mientras Paul Newman y Robert Redford cabalgan hacia una muerte mítica en México, 2001: Una odisea del espacio se proyecta en la Unión Soviética, en plena Guerra Fría. Los Ángeles del Infierno rugen por la Ruta 66. Neil Armstrong pisa la luna. Y Led Zeppelin lanza su primer disco.
Un año de cambios, de rebeldía, de descubrimientos que marcaron una era. El mundo se ve sacudido por una avalancha de conceptos y visiones que, incluso hoy, seguimos intentando comprender.
1969, el año que cambió el Rock, S.L.
Este nombre no es solo un guiño a la historia: es una declaración de principios.
En el verano de 1999 nace este proyecto creativo, impulsado por la experiencia y las ganas de hacer las cosas de otra manera.
Una empresa que decide rebelarse: ser fiel al diseño, a la comunicación y a los clientes por igual.
Fusionamos nuevas tecnologías con una libertad creativa casi en peligro de extinción, para construir marcas sólidas, mensajes coherentes y soluciones visuales con carácter.
Creemos que comunicar bien es diseñar con sentido. Que cada proyecto debe conectar, emocionar y perdurar.
Tal vez algún día nos den la razón.
Por ahora, nos basta con la confianza de quienes nos eligen y la satisfacción de seguir haciendo lo que amamos.